domingo, 19 de febrero de 2012

OPINIÓN

Sobre racismo, mitos e idiosincrasia (I)

( Imagen tomada de RPP Noticias )

Racismo
Hace poco, el violento comportamiento racista de un adolescente (“niño” para sus padres) en contra de una pareja de esposos de raza mestiza, dentro de un cine, despertó la indignación de gran parte de la población por este suceso. Esto dio pie a que en ciertos programas de televisión y en algunos diarios de circulación nacional se tratara el tema del racismo o de la discriminación racial como expresión del mismo.
Recordé entonces algunas expresiones racistas vistas anteriormente en televisión; como la del papá de Lourdes Flores Nano, que llamó al entonces candidato Toledo: “Auquénido de Harvard”, expresando el desprecio por su origen serrano y raza. El mencionar “… de Harvard” es así como decir: “Aunque la mona se vista de seda, mona se queda” (“Aunque haya estudiado en Harvard, cholo se queda”). Y también recordé las expresiones racistas del papá del actual presidente de la República, que enaltecía la raza cobriza, presentándola como superior a la blanca. Además, sorpresa me causó escuchar a una niña morena decirle a otra, cuando peleaban: “Tu mamá es más negra que la mía”.
En fin, el racismo en nuestro país (no hablo de otros), es un hecho. De si tiene un origen natural o es un producto de la cultura, es un tema que los especialistas se encargarán de descubrir. Por eso, siendo un hecho, que, por lo visto, forma parte de nuestra idiosincrasia, lo que debemos condenar no es el racismo (no deseable, pero existente), sino sus manifestaciones. En efecto, si el hombre es un ser social, esa condición lo debe llevar al reconocimiento y respeto que cada persona se merece por el mismo hecho de serlo. Que Dios, además de confundir nuestras lenguas en Babel, nos haya pintado de diferentes colores, no quiere decir que por ello debamos ver en nuestras desigualdades raciales un motivo para despreciarnos. Si acaso el racismo es una característica de la idiosincrasia del peruano (no generalizo), lo que se debe buscar es educarse en la convivencia social. Conozco personas racistas que respetan a quienes no son de su raza. Parece ser que su racismo se encuentra sólo en la constatación de las evidentes diferencias raciales y la tendencia (natural, en opinión de algunos) a sentirse orgullosos de la propia raza, pero que a la vez reconocen que por debajo de esas diferencias en el “numerador”, existe un “denominador común” de dignidad que todos los seres humanos tenemos.  Y es ese denominador común el que debe fundamentar la convivencia social. La educación, si bien no puede consistir en taparse los ojos para no ver las diferencias somáticas y de color características de las razas, debe tender a ver detrás de dichas diferencias el valor de la persona humana, que merece reconocimiento y respeto.

2 comentarios:

  1. Muy buena publicación Padre, Claro y conciso; sobre todo muy adecuado a la verdad. Christhian Cueto - Virgen Peregrina

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  2. Es dificil considerar temas como el racismo, y en algunos casos, el racialismo, de manera teórica. Pero, piénsese lo que se piense, eso no debe llevar de ninguna manera al desprecio ni a la falta de respeto por la dignidad del ser humano.

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